martes, 16 de octubre de 2007

La magia de la radio

Con motivo del lanzamiento de la radio on line de la Universidad del Pacífico, junto con felicitar a quienes la hicieron posible, me atrevo a recordar que la radio es un medio esencialmente visual, que apela a la imaginación de la audiencia. Por el poder de crear imágenes podríamos denominar este medio como un “teatro de la mente”.

Al recurrir a la radio como medio de comunicación, hay que tener presente que si bien la rapidez y la exactitud son importantes, “la claridad” es esencial para que el auditor pueda entender nuestro mensaje, ya que la información oral es “fugitiva”, más frágil que la información escrita, porque la radio no tiene un soporte material tangible. Por eso, en radio se recomienda limitarse a presentar pocas ideas y conceptos en cada emisión. Esto, porque la “brevedad” es otro elemento importante de la “claridad”. Para lograrlo, se recomienda un estilo ágil y ameno, que contribuya a entregar el mensaje en forma atractiva facilitando su audición y comprensión.

Como se ha comprobado a través de diversos estudios, el nivel de audición y concentración ante el mensaje oral es bajo. De ahí que se recomiende un estilo que incorpore lo que se ha denominado un “toque alegre” que ilumine la nota tétrica que muchas veces se da a las notas informativas. Por eso, en el periodismo radial se recomienda hacer que las noticias serias sean un poco más “tragables” recurriendo a un “gancho” que provoque el interés del auditor. Este gancho debe ser novedoso, atractivo y llamativo.

Al expresarse en radio hay que tener siempre presente que nos estamos dirigiendo a “la oreja” o al oído, y por lo tanto hay que hacerlo de una manera “ágil y amena”. Como estamos recurriendo a la vía auditiva, corresponde emplear un estilo de conversación destinado al oído. No es lo mismo escribir o hablar para el “oído” que escribir para el ojo o la vista, porque el auditor tiene sólo una oportunidad para oír una oración. No puede regular la velocidad con que escucha. Escucha al ritmo que le impone el locutor o quien en definitiva está tras el micrófono.

Asimismo, para que nuestro mensaje llegue con claridad y sea comprendido por nuestro destinatario, al acudir a la radio como transmisor, es importante saber detectar “el alma” de de lo que queremos expresar, y presentarla en forma atractiva, abandonar un rol pasivo y conformista, y acudir a la imaginación abandonando el “miedo a la originalidad” que conduce a la “imitación”, algo así como “parecerse a…”. De ahí que hay que “desarrollar la creatividad, el pensamiento crítico, la capacidad de innovar, de sorprendernos”, como dice el periodista Alejandro Guillier en “A toda prensa” N. 23 de febrero del año 2000.

En definitiva, al recurrir a la radio como medio de comunicación, debemos emplear un lenguaje ágil, claro y directo, ya que los únicos recursos disponibles en este caso son la voz y el lenguaje.

No hay comentarios: